Tres que Balen oro
- Gaspar Roulet
- 26 may 2018
- 3 Min. de lectura
Real Madrid logró el tricampeonato, logrando una hazaña nunca antes vista. Con Bale a la cabeza, los españoles dejaron sin chances a un golpeado Liverpool, que peleó lo que pudo, pero encontró su peor enemigo en su propio arquero, Karius.
Los ingleses salieron a comerse la cancha. Salah y Mané eran las apuestas fuertes de Klopp, que quería hacerse de su primera Champions como técnico. Lamentablemente, en una jugada con Sergio Ramos, el egipcio se iría lesionado luego de sufrir una luxación en el hombro izquierdo. Apenas pasados los 20 minutos ya el camino era cuesta arriba, los "Reds" jugaban sin su figura.
Además, luego de la lesión los ingleses bajaron el ritmo y el "Merengue" se distendió en la cancha, cosa que no había sucedido en todo lo que iba de la primera parte. Sin embargo, Isco, quien tuvo más llegadas ofensivas, no tuvo una buena tarde y desperdició muchas chances. Con Liverpool aguantando sin su figura y Real Madrid intentando meter un gol como sea, Mané era el único que le pudo dar un poco de vida al conjunto de Klopp durante el primer tiempo.
La pesadilla sin embargo empezaría en la segunda parte. En el minuto 50, luego de haber capturado un pelotazo largo sin ningún incoveniente, Karius, que había pasado más bien desaprecibido en toda la primera parte, sacó con las manos de manera inexplicable hacia el cuerpo de Benzema, sobre el cual la pelota rebotó y entro casi pidiendo permiso en el arco "Red" ante la mirada atónita de propios y extraños.
Sin embargo, Mané llegaría al rescate. En una pelota parada un cabezazo de un jugador del Liverpool forzaría una estirada de Navas, que ya tenía en la mira la pelota. Pero apareció Mané en el medio del trayecto y, tocándola con la punta del botín, anuló la salida del arquero costarricense, que vio como la pelota ingresaba por el palo opuesto. Karius celebraba, el gol ponía las cosas 1-1 y anulaba su error, pero poco le duraría la alegría.
Tras el gol, Zidane hizo uno de los cambios que lo consagraría como un gran director técnico. Isco, que no venía destacando, salió por Bale, en lo que fue un cambio histórico. El galés entró enchufadísimo y solo le bastaron cinco minutos para hacer un gol que quedará en la lista de los goles más lindos de la historia del torneo. En una jugada, Marcelo tiró un centro que parecía perdido, pero Bale, en un gesto técnico impresionante, metió una chilena potentísima contra la que Karius no pudo hacer nada. Fue el 2-1 en un poquito más de una hora de partido.
Nuevamente el camino se hacía cuesta arriba para Liverpool, que no hacía pie. Un par de jugadas aisladas forzaron a la defensa "Merengue" a interceder, pero ya era partido liquidado. Para colmo, si todavía le quedaba un ápice de esperanza a jugadores y aficionados del equipo inglés, Karius se las aniquilaría.
En el minuto 82, Bale remataría desde más de treinta metros de distancia de manera potente. De todos modos, el trayecto del balón era muy largo y Karius estaba bien parado. Pero otra vez, de manera inexplicable, el arquero fallaría. Intentó controlar el balón pero puso las manos de manera muy suave y la pelota rebotó en ellas y entró, poniendo el 3-1 final y sellando una noche que marcará al arquero alemán para siempre.
Así, con más mérito de Karius que de su buen juego, Real Madrid se hizo con su tercera Champions League consecutiva y tanto los jugadores como el técnico tienen una plaza asegurada en la historia grande de la competición. Lugar al que llegaron con mérito y al cual será difícil que otro equipo llegue alguna vez.
El resumen del partido:
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