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River vistió de Armani para ser campeón

  • Gaspar Roulet
  • 15 mar 2018
  • 4 Min. de lectura

River es el campeón de la Supercopa argentina tras derrotar a Boca por 2-0 en Mendoza con goles de Martínez y Scocco. Este partido tiene un gusto muy especial, ya que no es sólo otro título para el "Millo" sino que fue conseguido en un momento en el que el club de Nuñez se las veía negras y nada más y nada menos que ante su eterno rival.


Dos planteos tácticos, dos realidades, uno primero en la Superliga y uno que no atraviesa un buen momento en el fútbol local, los dos clubes más grandes de Argentina se enfrentaron por la Supercopa y demostraron que todo historial y estadística no vale nada una vez que la pelota rueda. River fue un justo campeón, derrotó a un Boca que era favorito en los números pero que poco y nada demostró en la cancha.


El partido comenzó como todos esperaban, tenso. Los dos clubes se medían y la habilidad de sus mediocampistas en la creación de juego y en la detención de los rivales fue clave. Pablo Pérez metía pases larguísimos que concluían en corridas de Pavón, pero no había peligro para el arco de River. Por otro lado, Ignacio Fernández y "Pity" Martínez conformaban un dueto desequilibrante, que tenía como base a Ponzio, el guardián del círculo central.


Con 18 minutos jugados con esas características, Fernández y el "Pity" se complotaron una vez más para crearle problemas a Boca, y lo lograron. Cardona derribó a "Nacho" dentro del área desde atrás y el colegiado cobró penal para River. El encargado de la pena máxima fue su cómplice en la acción, "Pity" Martínez, que remató hacia su izquierda, mientras que el arquero Rossi se abalanzaba hacia el lado opuesto. El 1-0 para River en 20 minutos era un escenario ideal para el "Muñeco". Posteriormente al gol, ambos clubes alternaron llegadas, primero Boca por intermedio de Nández, luego el "Millo", nuevamente en los pies del "Pity". A pesar de las llegadas el marcador no cambió y el primer tiempo concluyó favorable para la "Banda".


El segundo tiempo se puso en marcha y Boca salió pisando el acelerador, pero encontró justo lo que el "Muñeco" imaginaba, un arquero de categoría. Armani desvió un remate de Pavón que más de uno ya consideraba el empate, era el comienzo de la noche soñada del gran guardameta argentino. El propio Armani sería el héroe sin capa apenas un minuto después, tapando de manera notable lo que era el empate tras un remate de Goltz. Boca dominaba y Gallardo apostaba al banco, ingresaba Mayada y se retiraba Montiel. Cardona por su parte, enviaba la pelota al lado del palo luego de un pase de Nández, parecía todo dado para el empate.


Viéndose superado, nuevamente Gallardo demostró por que muchos lo consideran el mejor técnico del fútbol argentino, vio la oportunidad de un cambio y metió a Scocco, quitando a Pratto del esquema, previamente a esta acción, Zuculini ingresó en lugar de Enzo Pérez. Un minuto después de estos cambios, a los 24 de la segunda parte, llegaría la coronación del partido. Fabra remató y el arquero rechazó su remate, dejándolo en los pies de Nández, que tuvo el empate, pero se encontró nuevamente con la humanidad de la, por ese entonces y más que nunca, figura del partido, Armani. Muchos discuten que había penal sobre Pablo Pérez en esa misma acción, pero el árbitro no lo pensó así y dejó el juego continuar. Con la pelota en los pies, River salió disparado en busca del segundo, el dominio del balón y la explosión de Gonzalo Martínez crearon un combo letal para la defensa "Xeneize". El mediocampista metió un centro al borde del área chica luego de una gran corrida y habilitó a Scocco para que este, casi cayendose, dejara sin opciones a Rossi y pusiera el 2-0 final.


Luego de esto, Boca y Guillermo entraron en crisis y comenzaron los pases incorrectos, los amonestados y la gestación de una impotencia que se respiraba más allá de los límites del estadio. Tévez no apareció, "Wanchope" no la metió, Pavón no eligió bien los pases y Cardona jugó un partido entre regular y malo. River fue contundente, lo que tuvo lo aprovechó y demostró, una vez más, que no está muerto quien pelea y que la gloria no viene de las estadísticas y las probabilidades, sino que es producto del coraje y la creencia en la superación de la adversidad.


El resumen del partido:


Ficha técnica:


Boca: Agustín Rossi; Leonardo Jara (Ábila, 27'ST), Paolo Goltz, Lisandro Magallán y Frank Fabra; Nahitán Nández, Wilmar Barrios y Pablo Pérez; Cristian Pavón, Carlos Tevez y Edwin Cardona.


DT: Guillermo Barros Schelotto.


River Plate: Franco Armani; Gonzalo Montiel (Mayada, 10'ST), Maidana, Pinola y Marcelo Saracchi; Ignacio Fernández, Leonardo Ponzio, Enzo Pérez (Zuculini, 20'ST) y Gonzalo Martínez; Lucas Pratto (Scocco, 23'ST) y Rodrigo Mora.


DT: Marcelo Gallardo.


Goles: Martínez (RIV, 18'PT) , Scocco (RIV, 24'ST)


Amonestados: Ponzio (RIV, 10'PT), Fabra (BOC, 27'PT), Pinola (RIV, 40'PT), Barrios (BOC, 40'PT), Nández (BOC, 43'PT), Fernández (RIV, 4'ST), Pérez (BOC, 36'ST), Tévez (BOC, 43'ST).


Cancha: Estadio Malvinas Argentinas de Mendoza


Árbitro: Patricio Loustau.


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