Emiliano Rigoni: “Sueño y deseo volver a Belgrano algún día"
- Leonardo Sosa
- 16 feb 2018
- 7 Min. de lectura
Actualizado: 28 jun 2021
Primera parte de la entrevista a Emiliano Rigoni. El ex Belgrano e Independiente, hoy jugador del Zenit y de la Selección Argentina habló en un mano a mano exclusivo con Tribunero. Sus inicios, su paso por el “Pirata”, su explosión futbolística en el “Rojo” y más.
Extremo clásico, veloz, explosivo y encarador. Ah, también tiene una excelente pegada con las dos piernas, es ambidiestro. Así podríamos describir a Rigoni en pocas palabras. Un jugador de sobradas condiciones que no necesito muchos partidos en el fútbol argentino para demostrar lo que es capaz de hacer. En Belgrano debutó y comenzó a llamar la atención del mundo del fútbol, luego ya en Independiente la rompió toda para después dar el salto a Europa. Emiliano va a pasos gigantes y parece no tener techo: del humilde Bochas Sport Club al poderoso Zenit ruso, de Colonia Caroya a San Petersburgo.
El “Rayo”, como le dicen, nació en Colonia Caroya a 50km de la capital cordobesa, tiene 25 años, y hoy da muestras de su calidad en el Zenit de Rusia con la número diez en la espalda. Día a día a base de buenos rendimientos sigue sumando puntos para estar en el Mundial.
A continuación, la primer parte de esta imperdible nota:
- La vida del futbolista involucra mucho sacrificio. Se dejan de lado muchas cosas con el objetivo de llegar. En tu caso ¿fue duro el proceso de inferiores hasta llegar a primera?
- Si, por supuesto que implica sacrificio. El proceso de inferiores fue la etapa más dura en todo este tiempo que llevo de carrera. De chico, a los 14/15 años viví cosas buenas, cosas muy buenas pero muy malas también, hasta el punto de expresarle a mis padres que no quería jugar más, que no era lo que a mi realmente me hacía feliz y que no era lo que esperaba del fútbol.
Pero la familia para algo está, para eso, para acompañarme, sostenerme y contenerme por eso hoy en día soy la persona más agradecida a ellos, porque también han hecho el mismo sacrificio que yo o mayor quizás. Luego con el tiempo comprendí que son momentos y que de todo se aprende, eso me ayudó a madurar rápido para lograr mi sueño.
- Sos uno de los pocos jugadores que manejan a la perfección las dos piernas. Lo que te permite desempeñarte tanto por izquierda como por derecha. ¿Qué posición te gusta más? ¿En qué club sentís que aprendiste más? ¿Cuál fue el gol que más recordás?
- Por derecha me siento más cómodo por el hecho de haber jugado en inferiores y en primera en esa posición.
Siento que en cada club he aprendido muchísimo. Desde mis 12 años, cuando llegue a Belgrano pienso que tuve una formación excelente tanto como jugador y como persona. Luego, ya en primera, Zielinski fue fundamental en muchos aspectos de mi juego que tenía por mejorar y sin dudas él lo logró y estoy muy agradecido.
En Independiente también aprendí, maduré y crecí aún más, siento que fue un punto de inflexión en mi forma de jugar. La posición de extremo (en el sistema 4-3-3) es sin dudas el lugar donde más cómodo y protagonista me siento. Es una posición que me dio la posibilidad de explotar mucho más mis condiciones como atacante.
Hay dos goles que los tendré grabados por siempre en mi cabeza: el primero y el más significativo para mí fue mi primer gol en primera con la camiseta de Belgrano a Boca en su cancha y el segundo el gol de tiro libre a Racing jugando para Independiente en el clásico. Son dos goles que tienen un peso importante emocionalmente para mí.
- ¿Cómo fue debutar en Belgrano allá por 2013? ¿Que recuerdos tenes de esta etapa en el club? ¿Te imaginabas llegar hasta donde estas hoy? Un club de los más grandes de su país y del continente, y además que te recibieran con la “10”.
- Debutar con la camiseta de Belgrano fue mi anhelo más grande durante mis años de inferiores en club, soñaba con lograrlo, era mi objetivo. Por suerte hice las cosas bien y el día llegó. Recuerdo que fue en cancha de Lanús reemplazando al ‘Chinito’ (Lucas Zelarayán). Sentí una felicidad inexplicable, miles de cosas se vienen a la mente en un momento así, pero lo primero que pensé y lo que sentí fue una descarga emocional terrible, fue devolverle a mi familia un poquito de todo el sacrificio que hicieron durante tantos años por verme ahí. Esa es mi mayor satisfacción y por lo que disfruto de jugar al fútbol.
Desde mis inicios en primera siempre soñé y me propuse objetivos personales. Fue una de las causas por las que llegué a vivir momentos tan lindos en el fútbol. Haberme formado y jugado con la camiseta de Belgrano es el orgullo más grande por tantos años que viví en el club y por lo que quiero al club.
Después haber llegado a Independiente, un grande del país con tanta historia, fue un gran paso en mi carrera y en donde viví la mejor etapa de mi carrera en lo futbolístico. Todo se complementó para que hoy esté jugando en Europa, uno de mis más grandes objetivos, hoy estoy en un club que juega siempre torneos internaciones y que pelea siempre por cosas importantes. Estoy contento y feliz por la carrera que recién estoy comenzando a recorrer.
Lo de la camiseta ‘10’ lo tomé como un desafío personal. Cuando llegué al club pedí la 24, el número con el cual me siento muy identificado, pero me dijeron que no estaba disponible y entre los números que estaban vacantes estaba el diez. Decidí tomarlo sabiendo que era un lindo desafío para mí.
- Belgrano fue el club donde tuviste la posibilidad de hacer tu debut en primera división y mostrar lo que eras capaz de hacer. Sin embargo, hubo momentos en que con Zielinski quizás no tenías los minutos necesarios. ¿Sentís que te falto algo o cambiarías algo de esa etapa en el club cordobés?
- No, jamás le reprocharía algo a Ricardo (Zielinski). Uno cuando es chico quiere jugar siempre, es más difícil darse cuenta de las cosas que se hacen bien y las que se hacen mal. Fue un técnico muy conservador para con los más chicos. En mi caso, lo tomo como un proceso de maduración por el cual necesitaba mejorar y crecer en muchos aspectos. Creo que él supo llevarme y sostenerme cuando creyó que era el momento.
No me arrepiento de nada de lo que hice en mi paso por el club, era chico, tuve altos y bajos como lo puede tener cualquier jugador. Con el tiempo y los años lo mejore muchísimo.
- ¿Sos de mirar fútbol en tu tiempo libre o preferís hacer otra cosa? ¿Que? Si lo haces, ¿Seguís la campaña de Belgrano? ¿Qué opinas de su presente? ¿Qué significó la reinauguración del Gigante para vos? En un futuro, ¿te gustaría volver al club de barrio Alberdi?
- Si, soy de mirar fútbol. Ahora con el horario se me complica porque en el fútbol argentino siempre juegan de madrugada pero para Belgrano e Independiente siempre hago excepciones y trato de verlos cada fin de semana.
Obvio que sigo a Belgrano, creo que el presente del club va en alza. Sufrió un proceso de cambios donde obviamente los resultados no fueron los mejores pero creo que a la larga lo van a ser y se está empezando a demostrar. Con la llegada de Lavallén el equipo va tomando una identidad y una forma de juego que es fundamental para conseguir resultados y sostenerse en el tiempo.
La inauguración del Gigante me genera muchísimo orgullo, no hay nada más lindo que ver a Belgrano jugar en su barrio y en su estadio. Es un gran paso para club como institución y una gran motivación para el hincha.
Por supuesto que sueño y deseo con volver a Belgrano algún día, es algo que tengo muy presente.
- En Independiente explotaste definitivamente, siendo uno de sus jugadores más importantes y de los mejores del torneo, sin dudas. ¿Hubo algunas condiciones particulares para que esto se diera? ¿Influyó la idea de juego? ¿El entrenador? ¿Cuál fue tu relación, primero con Pellegrino (quien te pidió expresamente) y después con Holan con quien te consolidaste? ¿Que significa para vos independiente? ¿Cómo viviste a la distancia la obtención de la Copa Sudamericana?
- Fueron un conjunto de cosas que hicieron que estuviera en ese nivel más allá de la confianza que me tenía yo mismo, nunca dude de mis condiciones.
El primer semestre con Pellegrino lo tome como de adaptación, si bien tuve buenos partidos me enfoqué en adaptarme de lleno al club, a su idea de juego y a la manera en que hay que manejarse en un club grande.
La llegada de Milito me vino muy bien porque intentó implementar una idea de juego muy compleja que personalmente me gustaba mucho. Fue uno de los técnicos que más me lleno de conceptos y maneras de ver el fútbol, pienso que sin su llegada no hubiese sido lo mismo el semestre con Holan.
Ariel potenció la idea que nos había dejado Gabi (Milito) y me dio muchísima confianza, dejó que yo mismo eligiera la posición en el campo en la que quería jugar y siempre tuve la libertad de hacerlo por todo el frente de ataque. Él fue quien terminó de potenciarme para que pudiera dar el salto a Europa.
Independiente es una marca muy importante en mi carrera, tuve mi mejor nivel y el tiempo que estuve en el club fui muy feliz, lo disfruté mucho y eso en el fútbol es muy valioso. Por otro lado, haber visto a mis compañeros levantar la Copa Sudamericana es un orgullo y una emoción muy grande porque yo fui parte de ese grupo y de la charla que tuvimos a principios de ese año con el objetivo muy claro, conseguir la copa. El sacrificio y el esfuerzo que se hizo para lograrlo fue gigante y ver que el principal objetivo se consiguió, no tiene
precio.
Próximamente la segunda parte de la entrevista.
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