El que se va sin que lo echen...
- Facundo Scorzetti
- 14 dic 2017
- 4 Min. de lectura
Néstor Ortigoza rescindió su contrato con Olimpia y manifestó que quiere volver a San Lorenzo. Hace poco más de cinco meses se fue cuando le ofrecieron una renovación con la que el jugador no estuvo a gusto.
Todos recordamos cuando en el primer semestre de este año Ortigoza mostraba su descontento ya que su contrato terminaba al finalizar la temporada y todavía no se comunicaban con él para renovar. Muchos estábamos de acuerdo con lo que decía, debido a que considerábamos que un jugador como él merecía un respeto y un trato distinto al que se le estaba dando. Sin embargo, más adelante sucedieron cosas que, cuanto menos, nos hace dudar de cuál era el malestar de Ortigoza.
En primer lugar, el hecho de que no se hayan comunicado con Ortigoza para hablar sobre la renovación remite a una decisión por parte de la dirigencia. Sucede que no era el único referente al que se le terminaba el contrato, sino que también había jugadores de mucho peso como Torrico, Mercier y Romagnoli que también se les terminaba el contrato. Entonces, la dirigencia azulgrana tomó la decisión de esperar a que termine el semestre para comunicarse con todos los que tenían renovaciones pendientes. Así, esperaban a último momento para ver cómo llegaban tanto los jugadores como el plantel en general.
Lo curioso es que de esos cuatro jugadores, todos muy queridos por el hincha en general y reconocidos por haber sido claves en la obtención de la Libertadores del 2014, el único que mostraba su descontento era Ortigoza. Sin ir más lejos, el único titular era el 20, los otros tres o eran suplentes o bien rotaban.
Torrico en ese semestre fue relegado por el entrenador Diego Aguirre, por malos rendimientos, y el histórico arquero no sólamente no se quejó, sino que manifestaba su apoyo a Nico Navarro, quien le "quitó" la titularidad. Mercier por su lado era por segunda vez relegado, esta vez por Aguirre. Anteriormente Guede no lo ponía, y cuando se decidió por ponerlo fue una de las figuras del equipo. Lo mismo sucedió con el entrenador uruguayo, quien manifestó que le reconoció a Mercier que se había equivocado con él. El "Pichi", sin saber si renovaba o no, la peleaba desde abajo por ser titular, sin decir absolutamente nada.
Por último, Romagnoli, probablemente el máximo ídolo de la historia de San Lorenzo, era suplente y entraba muy cada tanto. Sin embargo, el "Pipi" se mostraba la misma actitud que Mercier, y no se quejaba de su situación. Distinta era la situación para Ortigoza, que era titular y un jugador importante para el primer equipo, y, aún así, mostraba su descontento ante no recibir un llamado de la dirigencia para manifestarle que le renovarían.
Una vez terminado el semestre, la dirigencia se comunicó con el 20 y le ofreció la tan ansiada renovación, pero allí el jugador manifestó otro descontento. Sucede que le ofrecieron un año de contrato, cuando él quería dos. Eso también se trataba de una política dirigencial que consistía en que a todos los jugadores de 30 años o más se le ofrecería un año de contrato. Es decir que lo mismo se le ofreció a los otros tres referentes ya que también pasaban la edad que estipulaba la política dirigencial. Sin embargo, las posturas de cada uno de los jugadores fueron las mismas que las mencionadas más arriba, y tanto Torrico, Mercier como Romagnoli no tuvieron ningún problema en renovar por un año, aún así cuando no se les aseguraba ni mucho menos la titularidad. Además de todo esto, había otra condición en la política dirigencial, y se trataba de que esos jugadores de 30 años o más percibirían un sueldo básico más productividad, es decir por partidos jugados. Lo importante acá es que esa condición no fue para Ortigoza, a quien se le ofreció el mismo sueldo que venía teniendo, el cual era bastante alto. Aún así, el 20 no aceptó.
Uno puede estar o no de acuerdo con las decisiones y medidas tomadas por la dirigencia, y puede discutir si era la manera correcta de manejarse con los referentes. Pero uno no puede pasar por alto que la dirigencia tuvo el mismo trato con todos los referentes, y no hizo diferencia con ninguno. Más allá de si estuvo bien o mal la medida, lo correcto es no hacer diferencias, y si a uno se le ofrece un año de contrato, a todos se le debe ofrecer lo mismo. Además, tampoco se puede pasar por alto que, como se dijo anteriormente, Ortigoza fue el único que se quejó, mientras que los otros tres seguían enfocados en entrenarse y esforzándose para poder jugar en el primer equipo.
Hoy Ortigoza vuelve a la escena de los medios deportivos argentinos. En declaraciones al programa de TyC Sports "No todo pasa", el jugador dijo que está "a disposición" de San Lorenzo y de las condiciones que pongan los dirigentes, cuando hace cinco meses se fue porque no respetaban sus condiciones. Ahora quedará en manos de los dirigentes la decisión de si lo aceptan o no. No es fácil de tomar, para nada. Tienen que considerar si aceptan a uno de los jugadores más importantes de los últimos años, pero que hace pocos meses se fue mostrando poco respeto por el club.
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