¿Es momento de cambiar?
- Gregorio Sosa
- 16 nov 2017
- 2 Min. de lectura
La Selección Argentina se encuentra en la eterna búsqueda de una identidad y un funcionamiento que no tiene desde hace tiempo.
Nota de opinión escrita por Gregorio Sosa | Luego de la final perdida en Estados Unidos ante Chile y la renuncia (o despido inducido) del “Tata” Martino, Argentina comenzó un proceso de decadencia del que aún hoy está intentando salir. Se habló mucho de recambio, de quien debía ser el técnico, de empezar de 0.
La AFA no pasaba su mejor momento: intervenida, sin un presidente o una voz de mando clara a quien recurrir, y con un Armando Pérez que se lo vio muy solo y muy cuestionado a la hora de tomar cada una de las decisiones que creía conveniente. Dentro de este contexto debía elegirse posiblemente al Director Técnico que llevaría a la Selección a Rusia; allí apareció Edgardo Bauza, que ante la negativa de los principales apuntados (Simeone, Pochettino y Gallardo) fue quien se quedó con el puesto. La elección del “Patón” fue una decisión errada, pero no por negar las capacidades de un técnico que fue capaz de llevar a San Lorenzo a ganar nada menos que la Copa Libertadores, sino que nadie estaba convencido de su llegada, sobre todo el plantel. Así de rápido y desprolijo como se lo contrató, se lo despidió.
Con el equipo cada vez más apretado, se concretó la llegada de un técnico con mayores pergaminos y con una idea más aceptada de entrada: Jorge Sampaoli. A falta de cuatro partidos, el nuevo entrenador tuvo como misión cambiar la cabeza del equipo e intentar imponer de a poco su idea; no lo logró, pero obtuvo el objetivo mayor: la clasificación.
Una vez conseguido el tan ansiado pase al mundial, Sampaoli tiene como objetivo principal encontrar un funcionamiento y un equipo en base a 4 o 6 partidos amistosos a disputarse el año que viene.
Ahora, ¿es momento de cambiar? Sí. ¿Cambiar todo? No. Argentina debe encontrar los jugadores y afianzar una idea, pero teniendo en claro que no queda mucho tiempo para disputar el mundial. El entrenador deberá ser flexible y entender que si el equipo no adopta la forma de juego que él pretende, será él quien deba adaptarse a las circunstancias y modificar su esquema.
Tiempo no sobra, la selección deberá trabajar mucho en consolidarse como equipo de cara al Mundial.
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