top of page

Hace 2 años, Talleres empezaba a volver

  • Foto del escritor: Pablo Orosco
    Pablo Orosco
  • 27 oct 2017
  • 2 Min. de lectura

Hoy se cumplen dos años del regreso de Talleres a la B Nacional tras varios años de tortura en el torneo Argentino A. En aquella oportunidad, fue victoria por 1 a 0 frente a Sol de América (Formosa).



27 de Octubre del 2015. Martes a las cuatro de la tarde, en Formosa. 40 grados de calor. Estaban todas las condiciones dadas. O no. Pero en Córdoba no se hablaba de otra cosa: Talleres podía empezar a volver. Un grande del país podía resurgir de las cenizas.


Tras un gran torneo, Talleres venía de vencer por 1 a 0 a Unión Aconquija con un Kempes colmado por 60 mil almas. Esa tarde, los jugadores tenían, en 90 minutos, la posibilidad de devolverle al pueblo albiazul la alegría que había perdido por tanto tiempo. Años de tristeza, de pelear por un ascenso que no se daba, de planteles que no estaban a la altura de la envergadura de la institución, de malas dirigencias, años de malas rachas, años de fidelidad. Sí, sobre todo, años de fidelidad. Pero esa vez era distinto. La gente estaba ilusionada, confiaba en los jugadores que habían llevado al club a tener la posibilidad de estar a un paso del ascenso.


Y lo demostró. Aquel día, los dirigentes encargados de la seguridad habían decidido prohibir el ingreso del público visitante. Sí, una decisión entendible desde el lado del gobierno formoseño, pero un castigo no merecido para la hinchada albiazul que tanto había aguantado. Pero a la gente no le importó: miles y miles de locos salieron a la ruta a emprender un viaje de casi mil kilómetros sabiendo que no iban a poder ingresar al estadio. Y sí, había que acompañar al equipo. A pesar de la prohibición, 5 mil hinchas de Talleres se habían quedado en la frontera que dividía la provincia de Formosa con su limítrofe. Eran tantos que el gobierno no tuvo otra opción que dejarlos pasar y habilitar una tribuna para los cordobeses que habían viajado. Así, aquel día Talleres se sintió local. O más bien, fue local. Un martes a la siesta en Formosa.


Ischuk; Chaves, Goiri, Olivera, Benitez; Burgos, Raymonda; Barrionuevo, Francia, Araujo; Strahman. Los encargados de devolver a Talleres a la B Nacional.


A los 15 minutos del primer tiempo, Barrionuevo sufrió una lesión que lo obligaba a dejar la cancha para darle su lugar a Victorio "Pipe" Ramis. Un cambio que, luego, quedaría en la historia.


A los 9 minutos del complemento, un corner ejecutado por Francia llegaba a la cabeza de Benitez. La pelota daba en el travesaño, aunque Adalberto Goiri aprovecharía el rebote para rematar y que la trayectoria del balón culminara en el taco de Pipe Ramis que puso el 1 a 0. Un grito atragantado por muchos años. Si, Pipe, el mismo que jugaba en el predio Amadeo Nuccetelli cuando era un pibe, el mismo que pasó por las canchas mas desastrosas de la ciudad vistiendo la albiazul, le daba el ascenso al club de sus amores.


Final. Final de la tortura. Hace dos años, Talleres salía de su propio infierno. Hace dos años, Talleres volvió a nacer.

Seguir a @PabloOrosco_

Comments


bottom of page